Mostrando las entradas con la etiqueta Encuestas Políticas. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Encuestas Políticas. Mostrar todas las entradas

19 noviembre 2009

Las Encuestas Electorales



El papel de las encuestas
Juan Pardo, abril 2005

…'las encuestas políticas deberían presentarse al público con más advertencias que los paquetes de cigarrillos' (Revista Time, 12-09-88)


Encuesta es un término bien amplio, que ha sido comúnmente utilizado para describir desde aquellas investigaciones que nos muestran, por ejemplo: el estado de las adhesiones ciudadanas hacia figuras públicas; las indagaciones que se refieren a las percepciones, expectativas y demandas que tiene la ciudadanía hacia las instituciones, o bien las actitudes de las personas hacia determinados temas, o sus preferencias de consumo. Incluso, en la definición de sentido común, la palabra “Encuesta” puede servir para describir la opinión de unas pocas personas sobre algún tema, no importando cómo se obtienen tales opiniones.

No voy a pontificar acerca de las condiciones mínimas que se requieren para que unos datos puedan ser llamados “encuesta de opinión pública”, pero al menos es necesario indicar que la experiencia acumulada en la última década sobre las encuestas electorales, nos muestra diversas facetas que son menos conocidas por la población.

No hay que ir muy lejos en el continente para saber que las encuestas, especialmente las de periodos eleccionarios, han tenido aciertos magistrales y errores garrafales. No es novedad que estas han sido utilizadas como insumos privados para la definición de estrategias, o simplemente como arma de campaña, filtrando a la prensa aquellos datos que son más convenientes para lograr un objetivo determinado. Aunque esto a nadie debería extrañarle, porque el mandante siempre tendrá la prerrogativa de utilizar los datos por los que paga de la manera que crea conveniente. Lo penoso es que finalmente se ha sabido que algunas veces simplemente se han “cocinado” datos usando métodos de ponderación sesgados, se han “duplicado casos” para aparentar mayor tamaño de la muestra y menor error muestral en las estimaciones, o en último término, se han “inventado cifras” a partir de encuestas que nunca fueron realizadas.

En el caso de Chile, el hecho de que actualmente no exista una orgánica propia que agrupe a todas las empresas que realizan encuestas de opinión pública, no tiene porqué impedir que la labor que estas desarrollan se realice al margen de un marco ético básico que asegure a la ciudadanía –los consumidores- que está frente a un producto válido y confiable.

Especialmente en contextos eleccionarios, las encuestas de opinión deben asegurar a los ciudadanos que están debidamente informados, a través de mediciones “confiables” hechas por expertos, sobre las actitudes y preferencias que manifiestan las personas. En este sentido, los profesionales que trabajan haciendo encuestas tienen el mandato ético de velar por el interés de los ciudadanos y dar garantía de que los datos son una guía objetiva y confiable sobre el estado de la opinión pública.

Si usted no ha trabajado haciendo encuestas no tiene porqué saber todo el trabajo que éstas involucran; que la investigación mediante encuesta requiere tareas críticas que deben ser ejecutadas por profesionales, ya sea para diseñar la muestra, escribir la encuesta, recoger y supervisar los datos o, procesar y analizar la información.

El ciudadano que se informa tiene que estar atento a las condiciones mínimas que deben cumplir las encuestas -no tan solo aquellas que serán publicadas-, para ser consideradas como tales. Desde esta perspectiva, a los propios medios masivos que divulgan los resultados de encuestas también les cabe responsabilidad a la hora de evaluar el producto que se les ofrece o que compran.

Para que un dato de encuesta merezca ser publicado no sólo debe estimarse su relevancia periodística e impacto masivo, sino que además deben considerarse factores técnicos que permitan discriminar sobre la calidad de la fuente.



Un Poco de Historia

Hay coincidencia en señalar a la campaña presidencial de Estados Unidos del año 1936 como el hito que marca el nacimiento de las encuestas de opinión pública. A propósito de aquellas elecciones, una publicación de la época -“The Literary Digest”- envió cuestionarios a 10 millones de norteamericanos preguntando por sus preferencias electorales, para lo cual utilizó su base de suscriptores, direcciones de propietarios de teléfono y bases de propietarios de automóviles; recogiendo finalmente cerca de dos millones y medio de respuestas (± 24% del total de envíos). Finalmente, el análisis de estos resultados indicaba la victoria del candidato Landon –el perdedor- con un error de 19% respecto del resultado finalmente observado.

Por contraste, personajes como
Elmo Roper, Archibald Crossley y George Gallup, entre otros, utilizando muestras nacionales con procedimientos de selección rigurosos, de entre 3.000 y 5.000 casos, predijeron acertadamente la victoria de Roosvelt. De ahí en adelante, profesionales de distintas áreas, especialmente biólogos, economistas, matemáticos y estadísticos- contribuyeron al desarrollo del método de investigación por encuestas.


Normas Básicas para Publicación de Encuestas

Existe consenso universal respecto de las normas básicas que rigen la publicación de encuestas en períodos electorales
. Sin intentar ordenarlas por su grado de importancia, las directivas principales abarcan dos ámbitos bien específicos. Por un lado, el lector debe poder discriminar claramente la identidad de quien encarga –financia- y de quien realiza el estudio. Además, es imperativo publicar un resumen metodológico –la ficha técnica- que permita estimar el alcance y potencia de los datos.

Los datos técnicos más relevantes que deberían ser consignados son: 1) el universo representado (quienes y donde); 2) la técnica utilizada (cara a cara, telefónica, Web); 3) las características de la muestra (método, tamaño, error y cobertura); 4) los datos de campo (duración y fecha de cierre, supervisión, tasas de rechazo). Adicionalmente, en el caso de las preguntas que se publican, debería consignarse el texto íntegro tal como fue formulado en la situación de campo.


¿Qué tanto Afecta a los Ciudadanos la Publicación de Encuestas?

Por un lado, existe evidencia empírica que cualquier efecto de la publicación de encuestas electorales que pueden tener sobre la votación o la conducta de los votantes, es difícil de probar, y en cualquier caso, finalmente es mínima.

Los datos de encuestas adquieren vida cuando son publicados y conocidos por distintos públicos, de manera que inevitablemente en el proceso de publicarlos estos datos serán interpretados y convertidos en noticia de acuerdo a la línea editorial de cada medio.

Por lo demás, en cualquier parte del mundo donde se realicen elecciones democráticas es inevitable que el transcurso de las campañas electorales se publiquen todo tipo de encuestas, aunque muchas veces bajo el fragor de la contienda los controles de calidad no son muy exhaustivos.


El Auge de las Encuestas Telefónicas

Aún cuando persiste todavía el debate sobre la representatividad y la capacidad de penetración en segmentos de difícil acceso, coincido con la afirmación de que las encuestas telefónicas deberían ser usadas con cautela en períodos electorales, especialmente debido al sesgo de cobertura que se introduce, dejando fuera de la consulta a quienes no poseen teléfono –casi siempre los estratos socioeconómicos más bajos de la población-, aunque para el caso de encuestas en el Gran Santiago Urbano y otras grandes ciudades del país los riesgos sean algo menores pero no inexistentes.

Para los más informados y conocedores del tema, es bien sabido que una encuesta realizada cara a cara en los hogares de los entrevistados es al menos tres a cuatro veces más cara que una encuesta telefónica, de manera que la masificación de la técnica responde en alguna medida a la necesidad de ajustarse a las demandas del mercado que siempre presiona por precios bajos, descuentos y atenciones en la lógica de maximizar la inversión.


La Importancia de Saber Preguntar

No han sido pocas las veces que al ver encuestas publicadas en la prensa he tenido la impresión de que no hay reflexión sobre la calidad del “instrumento” que se utiliza para obtener los datos en una encuesta: el cuestionario. En efecto, así como hay situaciones en donde es necesario diseñar un cuestionario en menos de 24 horas para responder a una crisis o evento de la coyuntura política, otras veces, el proceso de pensar las encuestas se convierte en un largo y necesario ejercicio de reflexión intelectual, fundado en planes de análisis que intentan ir más allá de los datos descriptivos.

Es un dato de la causa que tanto en la redacción de las preguntas como en la definición de las alternativas muchas veces está en juego la validez de los datos. Más allá de las preguntas clásicas y universales que toda encuesta electoral contiene, cualquiera que se haya atrevido a diseñar un cuestionario, repitiendo una y mil veces enunciados y alternativas, conoce la máxima que dice: “un cuestionario nunca se termina, simplemente se abandona”.

Se ha escrito sobre las encuestas…

"Lo digo porque lo he vivido. He entregado encuestas a quienes me las solicitaron advirtiéndoles que tienen problemas con su campaña y la respuesta es: ya mandé hacer otra y dice que voy bien."

"Si me hubiera contratado Pilato cuando se le presentó la disyuntiva bíblica, yo primero le hubiera preguntado: A ver, Pilato, ¿a quién quieres soltar? 'Pues a Jesús, ¡hombre!, es buena onda, no ha hecho nada y el otro es un asesino'. Muy bien. Entonces voy y hago el estudio de opinión y me entero de lo que quiere la gente. El consejo es entonces: 'mira, ahorita ni le muevas. Mándate a Jesús unos días a la cárcel y ahí lo tienes hasta que se calme la raza'. Eso es lo que hace el estratega, para eso sirve un estudio de opinión, nunca para tomar las decisiones que debe tomar el político. Mira cómo resolvió las cosas, le preguntó a la gente ¡Y el pobre hombre lleva dos mil años sin levantar imagen!"

"Todavía no conozco a ningún político que haga una encuesta y la publique sólo porque es muy buena onda"

“…Antes del plebiscito El Mercurio publicó un artículo sin firma en el cuerpo de Reportajes en el que se presentaba un sondeo de la empresa Skopus. El artículo era ilustrado por una serie de fotografias en cuya lectura de foto se afirmaba que muestras de 700 a 1.500 personas no eran más que aproximaciones y que recién con muestras de veinte mil casos se podía hacer trabajos que reflejaran la realidad. Entonces Eduardo Hamuy descalificó el tamaño de esas muestras: «Lo hacen para impresionar a clientes que no entienden y cobrarles más»…”

“…antes se hablaba de que estábamos en guerra de encuestas, porque se defendía una metodología contra la otra, y de hecho se demostró que el choque de trenes era un error metodológico. En este momento, de lo que estamos hablando es otra cosa: es el fenómeno de guerra de estrategas políticos, que han considerado que la encuesta es un proyectil más y que la están utilizando como tal...”

“…el presidente de Consultores 21, en una confesión no desmentida, admitió que habían creado una encuestadora paralela y que esa encuestadora Issue S.A., tenía trazada una estrategia "para evitar que la manipulación que los partidos políticos daban a nuestras encuestas socavara el prestigio de Consultores 21". Según Keller, Copei falseó los datos de las últimas encuestas que Issue efectuó y el no reclamó porque "no era conveniente"…”

“…En el 70, la Gallup chilena predijo un amplio triunfo para sus empleadores, el comando alessandrista. Para Hamuy, que dirigía entonces el CEDOP y fue el único que adelantó el triunfo de Allende, el resultado del plebiscito permitió que Gallup-Chile, «fiel a su tradición histórica desde la década del 60, volviera a equivocarse». Hamuy aseguró entonces «aquí hay problemas morales graves, no tiene sentido pagarle a una empresa que va a decir lo que el cliente quiere que le diga»…”

“…Hamuy también denunciaba por este punto las cifras de diez mil a 25 mil encuestados usadas por las empresas financiadas por el gobierno militar: «Es imposible trabajar con esos números y al mismo tiempo hacer un buen sistema de control». Él explicó que su confianza en el trabajo que realizaba el CERC, por la existencia de un equipo de control independiente que revisaba el trabajo de los encuestadores en un 50%. Entonces Méndez dijo que ellos reencuestaban al 20% de sus encuestados para revisar si la encuesta había sido hecha correcta y completamente, y en el lugar que el azar había indicado…”

“…hubo medios que ofrecieron a sus lectores a ocho columnas y como sondeos de opinión con carácter nacional, estudios que se habían obtenido de cuestionarios levantados en estaciones de Metro de la ciudad…”

“…los estrategas políticos de los diferentes partidos han decidido utilizar a las encuestas como proyectiles, como misiles, para, no tanto dirigirlos al votante, creo yo, cuanto dirigirlos a su contraparte, para desestabilizarlos, atemorizarlos y tratar de provocar en ellos errores. Creo que ese es el sentido de por qué existen algunas encuestas, que en realidad son espurias y esas son las que están metiendo el ruido…”

“…No entiendo cómo algunas empresas siguen teniendo clientes para mediciones de opinión pública. Lo entendería si trabajaran en estudios como los rankings de TV, que no se pueden contrastar con la realidad, pero en los trabajos políticos los clientes tienen un control de calidad excelente: la misma elección»…”

“…Para el grupo CEP-Adimark la redacción de las encuestas fue algo básico: «En el plebiscito cuidamos especialmente cómo llamar al candidato. Vimos que decir "Presidente Pinochet" era percibido como oficialista y "General Pinochet" como opositor. Finalmente lo llamamos "Augusto Pinochet Ugarte" porque vimos que esa redacción era percibida como más neutral». Otro control estuvo en la posición política de los encuestadores, que «por ropa, aspecto físico, lenguaje e incluso por las inflexiones en la voz al leer ciertos nombres, trasmiten posiciones políticas», asegura Méndez. Para controlar este factor, CEP-Adimark buscó personas neutrales y también aceptó gente de distintas posiciones políticas entre los encuestadores, para luego equilibrarlos…”

“…si se considera el cálculo que dicta que cada vez que se quiere reducir el error muestral a la mitad, hay que cuadruplicar la muestra; sólo es cosa de multiplicar por cuatro las mil 500 a mil 800 personas que normalmente son consideradas por una empresa encuestadora en su análisis para ver en qué medida deberán aumentar también otros factores…”

“…Si usas un filtro te da una cosa y si quitas una variable te da otra cosa, pero los encuestadores no deberían permitir o usar esos filtros que saben que van a favorecer a su cliente. Hay un problema implícito, por lo menos: es la percepción, en el clima de sospecha, de que todos somos víctimas, de que hay encuestas que están sirviendo los intereses del cliente más que los resultados de la investigación…”

“…Unas encuestas dicen "verde", otras encuestas dicen "azul", otras encuestas dicen "blanco", otras dicen "negro", y al final uno no entiende bien qué es lo que esas encuestas están midiendo y qué es lo que están diciendo, y entonces tampoco entiende muy bien hacia dónde se está inclinando el pueblo…”

“Conforme el ciudadano va recibiendo impactos de información de las distintas campañas de su entorno, en su sociedad, en su familia, va modificando su preferencia que, finalmente, se convertirá en una elección de un candidato o partido. Este instrumento de investigación te permite seguirlo… ¿las tendencias pueden cambiar dramáticamente o una vez que se establecen pueden variar, pero dentro de ciertos rangos?... Pueden cambiar dramáticamente si hay eventos sísmicos que causen esos cambios dramáticos. Ejemplo, la muerte de un ser querido cercano al candidato —toquemos madera— ha cambiado elecciones dramáticamente”.

“El día mismo del plebiscito, El Mercurio en su portada presentaba un titular que yo creo va a pasar a la historia: 55% para el Sí y 46,1% para el No». Las cifras suman más de ciento por ciento»…”

“El edil manifestó que hace tiempo sabía de esta consulta. Me lo comunicó la gente de El Mercurio, que no la publicó porque la consideraron exagerada y conozco perfectamente como se manipuló esa encuesta…''

“En 1970 Gallup-Chile, el Centro de Estudios Socioeconómicos (CESOC) y el Centro de Opinión Pública (CEDOP) fueron los principales institutos que midieron las intenciones de voto de los chilenos. Entonces el CESOC le dio a Alessandri diez puntos de ventaja sobre Allende. Después de la elección, el Colegio de Periodistas le suspendió los derechos gremiales por uso de información falsa a dos periodistas ligados al centro. Los que montaron para el plebiscito una de las encuestas con mayor desacierto eran miembros del Cesoc. Hoy ya se puede afirmar que la encuesta que en julio del 89 decía que el «Sí» tenía el 59,77% frente a un 40,23% del «No» fue o una mentira de quienes difundieron el resultado o una muestra clara de incapacidad profesional de los autores…”

“En cuanto al reproche de que las encuestas se equivocan, esto corresponde a fenómenos como la mala selección de muestras, la sub representación o sobre representación de sectores, a la manipulación o la falsificación y a factores como el temporal. Siempre se señalarán los errores de las encuestas, nunca los aciertos. Tómese por ley: todo político, cuando las encuestas lo favorecen, dirán que son instrumentos serios y que hay que seguir. Cuando no, entonces denostarán de ellas…”

“Estos son los datos publicados. Luego, cada cual puede hacer con ellos como con el horóscopo: creer sólo en lo que le conviene…”

“Estudios de empresas de supervisión independientes han detectado fraudes que superan el 30% en trabajos serios realizados en el país…”

“La mejor encuesta es la que está más cerca, si tuviéramos una de ayer, ésa sería la mejor…”

“Las encuestas al fin y al cabo no son adivinaciones exactas del futuro sino sondeos que reflejan el sentir de las personas en el momento en que son entrevistadas…”

“Las encuestas no son el espejo de la madrastra de Blancanieves”

“Lo que este empate supone en la realidad es que los resultados de las muestras no tienen la suficiente precisión como para inferir hacia cuál candidato se inclinan las preferencias o intenciones de votos, a nivel del universo de votantes potenciales registrados”.

“Los encargados de hacer encuestas, por otra parte, no son tipos fáciles. Siempre están dispuestos a jactarse si su hallazgos son similares al resultado electoral y a encontrar una coartada si desatinaron demasiado. La explicación más común a sus desaciertos es que las encuestas son una “instantánea” de un momento, válida sólo para ese momento”

“Los estudios de opinión no son constancias de mayoría”

“Ninguna candidatura admite creer en las encuestas, pero todas las esperan y miran como si fueran una bola mágica. Después, si es favorable se echa mano de ella; si no, se recurre a aquello tan socorrido de que la verdadera encuesta es la del día de las elecciones…”.

“Parece ser, por lo que muestran hoy los datos, que todos los encuestadores se han vuelto aprendices de brujo…”

“Roberto Méndez, encargado de la encuesta de CEP-Adimark, recordó que en junio el 89 su encuesta dio como resultado un virtual empate entre las opciones del plebiscito. El Mercurio se demoró algunos días en publicarlo, a una columna, al interior del cuerpo C, aunque el día anterior había dedicado tres páginas para publicar una encuesta que le daba al Sí un 60%”.

“Se trata de encuestas, no de profecías…”

“Un conocido dirigente político vasco recordaba recientemente que empresas serias del ramo ofrecían a los partidos encuestas con esta suerte de doble contabilidad, la de uso interno y la de publicar. Para obtener unos u otros resultados basta con hacer un trabajo de cocina más o menos interesado con los datos, lo que habitualmente se consigue alterando la distribución de indecisos entre las distintas opciones…”

“Un día aparece un candidato diciendo que ya subió dos puntos. Otro día el candidato de enfrente dice que le faltan tres puntos para estar igual a su contrincante y un día después alguien habla de empate técnico. Eso no puede ser cierto ¡imagínate! para detectar en una inferencia estadística un movimiento de dos puntos tendrías que estar manejando niveles de precisión menores a 1 por ciento”

”No me mientas directamente, dímelo con una encuesta” titulaba un artículo de la prensa española que comentaba una encuesta “Pocos encuestados –para qué perder el tiempo, si donde se fabrica realmente la encuesta es en la cocina posterior-, y resultados tan semejantes que parece que se los hayan robado unas a otras…”

29 octubre 2007

Encuesta CERC discrepa con resultados de Adimark GFK


“…Los resultados de la encuesta CERC discrepan fuertemente de los entregados en septiembre por la empresa Adimark GFK. No es normal que se den grandes discrepancias en los resultados de encuestas y tenemos que explicarlas. En primer lugar, sostenemos que el gobierno de la presidenta Bachelet tiene un considerable y sólido respaldo entre los chilenos, 48%, muy superior al 35% que ésta le atribuyó en la medición de hace un mes y que en julio le dio un débil 41%. Esta conclusión la apoyamos en los resultados de varias preguntas, que apuntan en la misma dirección.

En segundo lugar, mantiene su vigencia la división del país en dos bloques, los que apoyan al gobierno y la oposición, y a sus respectivos partidos. Los resultados de Adimark GFK entregan un débil 14% a la alianza, 21% a la concertación, 11% al pacto juntos podemos –que no tiene existencia real- y 54% a los independientes/ninguno. Estos resultados son incongruentes con las elecciones y con los datos de encuestas, que, en la del CERC, le entrega a la concertación un sólido 43% y a la alianza por chile más del doble del porcentaje que le atribuye Adimark. Hay que tener en cuenta que la derecha está sub representada en las encuestas desde el plebiscito de 1988. Los resultados Adimark GFK confunden a la opinión pública porque sugieren la existencia de un amplio espacio para otras alternativas políticas. Demás está decir que expone un falso dilema, porque ninguna papeleta electoral tiene la alternativa “independientes”.

Se daña la industria de las encuestas cuando se entregan resultados desmentidos por las elecciones y terminan estando alejados de la realidad. Ya le pasó a Adimark con el exit poll de 1993.

En tercer lugar, la encuesta Adimark GFK no presenta evidencia con resultados numéricos que fundamenten su tesis sobre la caída del gobierno. Los datos entregados por las encuestas tienen que ser consistentes y su interpretación tiene que basarse en ellos y no en argumentos teóricos o en lecturas antojadizas de la realidad, indicando factores explicativos que no se han medido en la encuesta.

Las empresas internacionales de estudios de opinión pública tienen la obligación de aplicar los mismos altos estándares de calidad que son exigidos en los países desarrollados. La prensa internacional les atribuye una seriedad equivalente a la que tienen los sondeos en los países avanzados, que no corresponde y, por tanto, deben ser de igual calidad…” (Ver más…)

14 diciembre 2006

Encuestas Electorales en deuda


Encuestas: réquiem por las víctimas
“…la zona del verdadero conflicto numerológico, la Faluya de la guerra de encuestas. Una empresa, Opinión Pública, dio ganador a Chávez por 37 puntos, 11 más que el resultado final. Pero si eso puede alarmar, piense en el Observatorio Hanna Arendt, que sacó del baúl de los recuerdos una absurda teoría sobre “la espiral del miedo”; haga memoria de las innumerables apariciones de Keller, otra de las estrellas de la encuestología, diciendo por qué según sus “focus groups” Chávez no tenía vida; y por supuesto, no olvide a la inefable Penn, Shoen & Berland, la misma empresa que aparece en cuanta democracia necesita ser controlada desde Washington, la misma que le hizo el exit poll a Súmate en el 2004 en el que ganaba el SI: todas ellas dieron ganador a Chávez por márgenes muy pequeños, anunciaron un virtual empate técnico y predijeron -en voz alta e inteligible- que “las tendencias favorecían a Rosales”. Por último, pero esto es ya ficción pura, se encuentra Ceca o Cifras Online, la única encuestadora que, junto a Eugenio Escuela, dió ganador a Rosales por dos puntos. Para la verdadera guerra que se anunciaba la noche del 3D: el desconocimiento de los resultados legítimos, el truquito y la maroma, los números tenían que forzar -en la mente de algunos- lo que no podían en la realidad…”

Sumas y restas
“…¿Por qué está cayendo Alan García en las encuestas? Una respuesta fácil es que una aprobación por encima de lo que obtuvo en la segunda vuelta (casi 53%) era difícil de mantener por mucho tiempo. El entusiasmo con el ganador se desgasta pronto, como que los votos encandilados empiezan a volver a sus nidos… García se ha movido hacia la derecha, incluso más allá de la de su propio gobierno, con la idea de que allí está el grueso de la aprobación popular. Sin embargo las simpatías de la derecha que mantienen más o menos tranquilo el espacio mediático no están influyendo en las encuestas, como que tampoco han influido en las pasadas elecciones…”

Encuestas se vuelven obsesión de políticos
“… ¿Considera que las encuestas influyen en la opinión de los ciudadanos?... Existe un mito: “Las personas votan por el supuesto ganador de las encuestas”, por eso los políticos esperan cifras que los coloquen como ganadores. La verdad es que ellos son los más interesados en esas mediciones… Eso no significa que las encuestas no influyan, pero le aseguro que es algo relativo, porque esos instrumentos son parte de la información política…”

Covarrubias decidió suspender la difusión de encuestas, no AMLO
“…Covarrubias reafirmó que López Obrador fue perdiendo puntos y que de la gran delantera de dos dígitos que tuvo en enero, febrero y marzo, llegó a la elección con sólo un punto de ventaja sobre el candidato del PAN, Felipe Calderón… Sostuvo que en su encuesta de salida del 2 de julio, el tabasqueño obtuvo una “ventaja significativa” de 2.4 puntos. Pero horas más tarde, el conteo rápido de Covarrubias y Asociados dio una ventaja “de menos de un punto” a Calderón… A la pregunta de por qué esa diferencia tratándose de la misma empresa y la misma metodología, dijo que podría ser porque la gente no dijo la verdad en la encuesta de salida o porque “otros elementos, no sé de qué naturaleza”, hicieron que los datos de las actas tomadas en el conteo rápido no correspondieran fielmente a los votos depositados en las urnas…”

Fallaron las encuestas en Venezuela
“…Tal como auguraba la oposición venezolana, los encuestadores se equivocaron. Pero, para desgracia de ellos, la equivocación fue al revés de lo que soñaban,,, Todas las encuestas, hasta las que manejaban desde Estados Unidos, predecían que Hugo Chávez sería reelecto a un nuevo término de 6 años, pero ninguna predijo que superaría el 60% de los votos. La contundencia de esa victoria sorprendió hasta los propios partidarios del presidente venezolano… La encuesta efectuada por la empresa Ipsos Venezuela, que tuvimos la oportunidad de examinar previo a la votación, casi acertó el resultado final cuando concluyó que el 59% de los ciudadanos con intención de votar lo haría por Chávez. Esa encuesta también permitía concluir que era muy difícil que el cuadro medido pudiera cambiar porque el apoyo al líder venezolano respondía a la convicción de que estaba conduciendo el país por buen camino. El 61% de los electores, casi el mismo porcentaje que terminó votando por el mandatario, consideraba que la economía “está mejor” y el 64% aprobaba la gestión de Chávez al frente del gobierno. De ese total, la gran mayoría la aprobaba “fuertemente”…”

05 junio 2005

Diez reglas prácticas de cómo leer Encuestas Electorales

Tomado de un artículo escrito por la Dra. Ana Cristina Covarrubias, representante de la Asociación Mundial de Profesionales de la Investigación de Mercados y Opinión Pública (ESOMAR) en México

1. No le hagan tanto caso a los encabezados con los que se presentan los resultados de las encuestas. Hay que fijarse en los datos, en la explicación de los mismos que ofrece el autor y en la ficha metodológica. No le hagan caso a los reportajes que se limitan a dar cifras sobre la posición de los contendientes y no publican lo mencionado en el inciso anterior.

2. Al atender las cifras relativas a la posición que guardan los contendientes en las intenciones de voto, diferenciar entre porcentajes “crudos” (que incluyen la “no información” o sea la proporción de personas que no declaró su intención de voto) y porcentajes “ajustados” (que no incluyen la “no información”).

3. Interpreten correctamente el “error de estimación”. El que publican se aplica sobre los datos “crudos” (totalidad de muestra) y no sobre los “ajustados” que en todo caso requerirían de otro cálculo que conduciría generalmente a un error mayor. Su correcta lectura es en términos de intervalos que hay que calcular para cada una de las cifras dadas para los diferentes contendientes. Únicamente en el caso de intervalos que no se traslapan se puede hablar de diferencias estadísticamente significativas. Si no hay diferencia significativa entre las cifras de uno y otro contendiente, no se puede saber quien va adelante.

4. Pongan atención en la fecha en que se levantó la encuesta. Sólo encuestas realizadas en lapsos de tiempo equivalentes son estrictamente comparables entre sí. Prefieran la lectura de encuestas sucesivas (series históricas) que la de encuestas esporádicas.

5. Tomen nota del “universo” que representa la muestra. El investigador esta obligado a definirlo con precisión a fin de dar una idea clara del alcance de los resultados del estudio. Aquí es relevante considerar el tema de los “filtros”, preguntas que acotan la definición del universo del estudio y que el investigador debe aclarar puntualmente en su publicación.

6. Por lo que toca al tamaño de muestra, el consenso internacional (ESOMAR) es el empleo de muestras de 1,000 a 2,000 casos para representar globalmente una población infinita como puede ser la de un país. Desde luego en contiendas cerradas que exigen mayor precisión de los estimadores, es necesario aumentar los tamaños de muestra.

7. Es muy importante enterarse del procedimiento de muestreo y del grado de dispersión de la muestra. Otra convención que publica ESOMAR es que deben aplicarse como máximo (de preferencia menos) 20 entrevistas por cada punto de muestreo.

8. Igualmente importante es el conocer la técnica de recolección de información. La encuesta telefónica en nuestro país no funciona para propósitos electorales en tanto que no representa al electorado que no tiene teléfono en sus hogares y que es el de bajos recursos o el que habita en áreas rurales. La encuesta en la calle deja de representar a los que están en sus hogares pero su problema básico consiste en que no permite calcular la probabilidad de selección de los individuos y por ende medir el error de estimación. Hoy por hoy para representar con precisión la totalidad de la población la mejor aproximación es la encuesta en vivienda, cara a cara.

9. Pongan mucha atención en la forma como se formulan las preguntas y en si al formularlas, el entrevistado es o no ayudado con tarjetas que refuerzan o facilitan la comprensión de las mismas. Para el caso de la pregunta sobre intención de voto, la convención es utilizar la técnica de urna con boleta que replica la situación real de votación y hace sentir más confianza en el respondiente.

10. Traten de allegarse información sobre la agencia investigadora. Años de experiencia en el campo de la investigación de la opinión pública, formación profesional de sus directivos y ejecutivos clave, trabajos realizados, son aspectos importantes a considerar para tener la capacidad de diseñar y conducir una encuesta representativa y confiable.

El asunto de quien paga la encuesta es un dato interesante pero no es el determinante de la calidad de la misma. Hay que tener presente que la calidad depende de múltiples factores, algunos enunciados con anterioridad y que puede haber encuestas de calidad, pagadas por partidos políticos.

04 junio 2005

Para entender las Encuestas Electorales

Hoy día en Chile no existe ninguna institución que resguarde la calidad de los sondeos de opinión que se difunden públicamente. No obstante, algunos años atrás la ACHOP (Asociación Chilena de Empresas de Opinión Pública) intentó constituirse como un referente para la validación del trabajo profesional de las consultoras; sin embargo, esta asociación se autodisolvió después de desacuerdos internos y falta de consenso entre sus miembros.

Para el lector o televidente que no es un experto en el tema de las encuestas -casi con seguridad el 99,9% de la población- ver o leer una cifra de 40% sobre la base de una muestra de 400 casos es exactamente igual a un 40% obtenido a partir de 1000 casos. Para que hablar de las diferencias que pueden existir para una misma cifra dependiendo de la técnica de recolección (cara a cara, teléfono, Web) o del diseño de la muestra (probabilística o por cuotas). Estos detalles son irrelevantes para el ciudadano común y corriente, a quien solo le interesa conocer el dato más simple: ¿cuál es el porcentaje que tienen los candidatos?

Por otra parte, está el imperativo de los medios de comunicación que compiten diariamente por marcar agenda con información exclusiva, de mayor profundidad o novedad en el enfoque. La frase de un connotado amigo periodista: "a veces es mejor ser el primero que ser el mejor" explica el punto en toda su amplitud.

No deja de llamar la atención que un medio como El Mercurio, en su edición de hoy miércoles 1 de junio de 2005 publique el siguiente artículo sobre el tema de las encuestas:


"Encuesta MORI:
Estudio revela falencias en sondeos telefónicos

Análisis concluyó que apoyo a la Concertación está "sobredimensionado"

El respaldo de la ciudadanía a la Concertación, de cara a las próximas presidenciales, ha sido "sobredimensionado" por las encuestas telefónicas dadas a conocer durante el último tiempo.

Así al menos lo reveló un estudio dado a conocer por la empresa MORI que, tras la aplicación de un sondeo "cara a cara" a nivel nacional, estimó que ha existido un sesgo en favor de la coalición de Gobierno perjudicando a la oposición, cuya imagen ha sido "subdimensionada".

Con el nombre de "El teléfono de red fija como elemento de diferenciación en la intención de voto", el análisis concluye que factores como el tamaño muestral y el que se apliquen únicamente en el Gran Santiago representan limitantes que restan validez a las encuestas telefónicas.

En este sentido, la entidad argumentó que para que una encuesta preelectoral sea representativa no debe tener una muestra inferior a mil casos, situación que contrasta con la mayoría de los sondeos dados a conocer durante los últimos meses y que no superan los 400.

En relación al impacto que la opción de tener o no teléfono tiene sobre la intención de voto del candidato presidencial de la UDI, Joaquín Lavín, MORI apunta a una notoria diferencia en el llamado voto duro. Entre los que tienen teléfono, el ex alcalde cuenta con 75% de voto duro, mientras entre los que no tienen teléfono alcanza el 83%.

En cambio, en el caso de la abanderada de la Concertación, Michelle Bachelet, no se perciben mayores diferencias de voto duro y blando entre quienes tienen o no teléfono, aunque ellas sí aparecen en la intención de voto.

Consultados sobre quién creen que será el próximo presidente, las respuestas de los encuestados en favor de Bachelet varían desde un 44% entre quienes tienen teléfono, hasta un 33% entre quienes no lo tienen.

Así, según MORI, cabe esperar un repunte de la derecha en las próximas encuestas nacionales "cara a cara" (CERC Y CEP)".

01 junio 2005

Encuestas y Elecciones: 10 puntos sobre la defensa de derechos y libertades

Tomado de un artículo escrito por Alejandro Garnica Andrade Director General de la AMAI (Asociación Mexicana de Agencias de Investigación de Mercado y Opinión Pública) sobre la intervención en la mesa 4 "Regulación de las encuestas en México" dentro del Seminario sobre Encuestas y Elecciones México 2003, organizado por el IFE, AMAI, CI y WAPOR. Ciudad de México, 28 de octubre de 2003

1. Las encuestas son instrumentos de utilidad ciudadana
Las encuestas contribuyen favorablemente a las elecciones. Agregan transparencia porque limitan la suspicacia de fraude o manipulación; democratizan el proceso al abrir públicamente la evolución de la contienda. Poner límites a la difusión de sus resultados atenta a la libertad de expresión; restringir su uso y consulta a las elites y grupos de poder, infringe el derecho de información del ciudadano.

2. Hacer encuestas implica credibilidad
La esencia misma de su actividad obliga a la industria de investigación de opinión pública a proveer resultados precisos, confiables y consistentes. Alejarse de este imperativo no sólo quebranta los códigos de actuación del gremio, sino pone en riesgo la credibilidad de la empresa, y con ello su misma supervivencia

3. La industria de investigación en México se autorregula

La AMAI cuenta ya con ordenamientos propios que garantizan transparencia y calidad en los proyectos de investigación que realizan sus asociados. Nuestro código de ética señala las normas de responsabilidad pública y cívica que tenemos hacia los informantes, los clientes y receptores de los estudios, así como para el reporte y uso de la información generada. Nuestro estándar de servicio establece con claridad las normas mínimas de operación que debe observar cualquier empresa de investigación social aplicada en México. Cumplir cabalmente esos dos ordenamientos es requisito obligatorio de ingreso y permanencia en la asociación.

4. Sancionar sólo los usos indebidos de encuestas electorales

La publicación incorrecta, incompleta o engañosa de datos de encuestas electorales debe tratarse como cualquier otra irregularidad en un proceso electoral. Es decir, si hubiera motivo de controversia ante un hecho consumado, se debe someter la documentación a revisión por parte del instituto electoral correspondiente y, si éste así lo decide, fijar una sanción para la persona o entidad que aparezca como responsable de la publicación.

5. Obligatoriedad de vitrina metodológica única
La AMAI promoverá entre sus asociados el empleo un formato único de vitrina metodológica para incluirlo en la publicación de las encuestas que realicen. Este formato se hará del conocimiento de quienes patrocinen el estudio y en todos los casos se dará a conocer públicamente.

6. Rechazo a las fianzas para autorizar la realización de encuestas

La obligación de pagar fianzas a la autoridad electoral previas a la realización de una encuesta no tiene razón de ser, por lo cual los miembros de AMAI no las pagarán. Contraviene la licitud comercial de las empresas que las realizan y dado que la AMAI busca proteger los legítimos intereses de sus socios, los defenderá gremialmente.

7. Reducción de las limitantes para la elaboración de encuestas

La autoridad electoral no puede ni debe exigir el conocimiento, sanción o intervención en las características técnicas de las encuestas.

8. Veto de publicación de resultados de encuestas antes de la elección

Se pedirá a los institutos electorales que la normatividad sobre el veto de publicación de encuestas sea del mismo período en el que se limita a los partidos políticos hacer propaganda, no menos, pero no más.

9. Participación en Consejos Técnicos

La industria de investigación de opinión pública ofrece su más amplia colaboración en la integración de Consejos Técnicos que asesoren a los institutos electorales en materia de encuestas, sobre todo en la revisión de la documentación de controversias. Pedimos tener acceso a resultados consolidados de los padrones electorales y la cartografía distrital.

10. Corresponsabilidad en la formación de la cultura pública de encuestas electorales

La AMAI hará una campaña de difusión dirigida tanto a los periodistas e informadores como a los ciudadanos de las entidades en que se lleven a cabo elecciones. Esta campaña tendrá como triple objetivo: a) generar conciencia sobre la importancia de las encuestas en el proceso electoral, b) aclarar las limitaciones de las encuestas y sus posibles usos indebidos, c) identificar los elementos de la vitrina metodológica y llamar la atención sobre la necesidad de incluirla y consultarla.